Para juzgar, evaluar, elegir….en el día a día, ponemos en marcha un mecanismo que no estamos seguros/as de que nos ayude tanto como creemos. La comparación.
Vamos al cine, a un restaurante, a comprar algo…y para poder hacer un juicio del servicio o producto que hemos consumido, lo comparamos.
“Esta película es buena, pero me gustó más…”
¿Por qué comparamos continuamente cosas que no tienen nada que ver?, ¿Por qué comparamos cosas que pretenden cubrir necesidades diferentes o que pretenden generar en nosotras reacciones diferentes?
Porque es nuestra forma de relacionarnos con el mundo y con todo lo que nos rodea. Analizamos desde lo conocido, desde lo seguro, desde lo cierto.
La realidad es, que es útil, lo reconozco, nosotras/os comparamos a menudo, pero si siempre ponemos los pies en lo conocido para poder entender la realidad, nos vamos a perder muchas cosas, si solo valoramos aquello que ya conocemos para cubrir nuestras necesidades, vamos a dejar de lado opciones que pueden ser, o no, mucho más valiosas.
Debemos abrirnos a conocer nuevas realidades.
Cuándo nosotros/as, el equipo de personas que trabajamos en Centro de Negocios Seavi nos enfrentamos al reto de explicar a la gente qué es un Centro de Negocios, nos ponemos a pensar con qué compararlo, y evidentemente, lo comparamos con los alquileres de oficinas, de salas y aulas, de espacios de trabajo… con un servicio de atención telefónica que la gente no suele entender…
Y creemos, que aunque comparar es útil, y ayuda a nuestros potenciales clientes y clientas a entender nuestra oferta, nos olvidamos de todo lo que es un valor añadido que solo existe en los Centros de Negocios, Coworkings… todo lo que no se puede comparar con referentes conocidos, porque, sencillamente, no existen.
Comparar un Centro de Negocios, un Coworking, con un alquiler tradicional, es un error, y dejamos que se pierda la información más valiosa: todo lo que nos diferencia.
Empezando por la parte más ideológica, de hacer uso de espacios y recursos, sin la necesidad (y con la ventaja y coherencia) de no tenerlos en propiedad, que contribuye a reforzar/crear una sociedad con un consumo mucho más coherente, consciente y sostenible.
(¿Es necesario que todas tengamos una impresora, internet, fax, una cocina, un baño…?, ¿Es sostenible, en el sentido más amplio de la palabra?. Sin embargo, ¿Podemos permitirnos prescindir de ellos?)
No, no podemos prescindir de ellos, en un mercado saturado y altamente competitivo e innovador.
En esa parte, en la que tiene relación con la infraestructura es dónde tampoco podemos compararnos. Además de cubrir las necesidades de cualquier empresa que quiera funcionar, aportamos el “extra” de cubrir esas necesidades, con creces.
¿Puede una empresa permitirse o debe invertir en tener a su entera disposición muchos recursos técnicos y humanos que no son de primera necesidad o de los que no hace uso más que 3 o 4 veces al día?, ¿Pueden todos los negocios contratar a una persona que atienda sus llamadas de 9.00 a 20.00h?; ¿Pueden todos los y las profesionales permitirse tener personal que gestione su agenda?, ¿Pueden llevar a cabo todas estas tareas sin desatender su negocio?
La realidad, es, que nosotras solo vemos ventajas.
No vamos a entrar a hablar de los beneficios personales y profesionales que nos aporta trabajar en un espacio junto a otros/as profesionales; no vamos a entrar a hablar de la versatilidad de los espacios y servicios, no vamos a entrar a hablar de la capacidad de adaptación y bajo riesgo de elegir trabajar en un Workspace…
Vamos a animaros a probar, a mirar diferente, a valorar pros y contras…
Y vamos a animaros a que nos llaméis, escribáis…para recibir, sin ningún compromiso, toda la información de qué somos, cómo funcionamos…
Y os dejamos una pequeña promoción para que nos probéis esta Semana Santa.
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